Existe un insecto que habita en nuestras ciudades y que es un aliado en el control de cucarachas. Es una avispa parasitoide de las ootecas (paquetes de huevos) de la cucarachas llamada llamada Evania (familia Evaniidae). Su ciclo de reproducción está ligada a las cucarachas. Y si estas no existieran, nuestra avispa tampoco. Las hembras de esta especie buscan ootecas que acaben de ser gestadas y depositadas sobre una superficie. Cuando encuentra la ooteca, se posa encima y pone un huevo en su interior. La larva naciente se alimentará de los huevos que forman la ooteca hasta transformarse en un adulto.
Como decíamos, las evanias dependen de las ootecas de cucaracha americana (Periplaneta americana) y cucaracha oriental (Blatta orientalis), razón por la cual son especialmente abundantes a partir del verano. Es habitual levantar una tapa de cloaca o de un registro de albañal y ver merodeando algunas evanias. Hay que agradecer la presencia de este inofensivo animal para las personas. Aunque su presencia no sirve para realizar un control de cucarachas.
Existen varias especies de Evanias, siendo Evania appendigaster la más conocida. Tiene un cuerpo negro del que negro del cual destacan los ojos de color turquesa y un largo peciolo abdominal, al cual debe su nombre: ‘appendi’ (apéndice) más’ gáster’ (abdomen).