
Fig 1. Mosquito tigre chupando sangre./ SIGEAM, 2014
Hasta el verano de 2004, en el área metropolitana de Barcelona, tan solo un mosquito constituía un problema para sus ciudadanos. Este era el mosquito común, cuyo nombre científico es Culex pipiens. Se trata de un culícido de hábitos nocturnos al cual estábamos bastante acostumbrados. Y este también estaba bien acostumbrado a nosotros, ya que posee una gran plasticidad. Aprovecha cualquier depósito de agua, ya fuera pluvial o residual. Y pronto coloniza nuevos espacios gracias a la autogenia, es decir, a la capacidad de que las hembras pueden realizar una primera puesta sin necesidad de picar. Se valen de la reservas acumuladas durante su vida como larva.
En 2004 llegó un nuevo mosquito gracias a la globalización. Aunque escribir esto sería faltar a la verdad. En verdad llegó gracias a su enorme capacidad de dejarse transportar. El mosquito tigre, Aedes albopictus, aprovecha bien un espacio ecológico en las ciudades. Al contrario que el mosquito común, pica durante el día y es capaz de aprovechar depósitos muy pequeños de agua. Esto le da la posibilidad de reproducirse más cerca del hombre del cual necesita su sangre.
Otra característica importante que le ha ayudado a extenderse tan rápidamente es que vuela bajo y pica básicamente en los tobillos. Y no se deja atrapar fácilmente. El mosquito tigre pica más de una vez para saciarse. Y lo hace rápidamente. Al contrario del mosquito común que requiere más tiempo de ingesta. Otro aspecto que lo hace temible es que, cuando la hembra deposita sus huevos, lo hace en lugares donde puede acumularse agua en un futuro. Es decir, que no tan solo lo hace en lugares con agua.
Este verano está siendo un año muy propicio para el mosquito tigre. El mes de julio pasado fue especialmente lluvioso en la provincia de Barcelona. Y también lo ha sido el mes de agosto. El agua se ha acumulado en infinidad de lugares que han permitido que el mosquito tigre haya proliferado. Al estar tan ligado a las precipitaciones, el mosquito tigre tiene una máxima proliferación en Barcelona durante el mes de septiembre y octubre. Aunque este año lo ha tenido fácil para hacerse muy presente en verano.
SIGEAM S.L.

Fig 2. Mosquito común macho posado sobre una pared./ SIGEAM, 2014