La semana pasada acudimos a un cliente que tenía un serio problema con las avispas. De hecho, tenía dos problemas, puesto que estas habían construido dos avisperos. Uno estaba situado en el suelo. Y otro, dentro de un seto formado por cipreses.
Las avispas pertenecen al género Vespula, cuya especie más extendido en esta parte de la Península Ibérica es Vespula germanica. Suelen construir sus avisperos bien abrigados de la intemperie. Habitual es que lo construyen en el suelo o en huecos de edificaciones como en aleros de casas, en el interior de cajones de persiana, etc. De hecho, el avispero que estaba en el interior de un seto de cipreses, se encontraba bien resguardado, puesto que era un seto grande y denso.
Conseguimos acabar con las avispas. Fue una victoria un tanto amarga porque nos llevamos algunos picotazos. Y como trofeo, pudimos extraer del seto el avispero que allí estaba. En las imágenes se puede ver el tamaño considerable. sus dimensiones son de unos 30 x 25 centímetros. Y tenía un total de 12 pisos, todos ellos envueltos en una capa de papel protectora.
Como colofón, añadir que no es normal en pleno mes de febrero tanta actividad de avispas. Pero este año el frío llegó tarde, justo la semana pasada.