Los aparatos de captura de insectos voladores se han convertido en una herramienta imprescindible en locales que tratan con comida. Bien situados, y en número suficiente, pueden liberar un ambiente de gran cantidad de insectos. Entre estos, los más molestos y peligrosos son los dípteros. En concreto, las moscas que son comensales nuestras y que pueden contaminar los alimentos.
Estos aparatos usan la luz ultravioleta como reclamo para atraer a los insectos. Hay de dos tipos: insectocutores e insectocaptores. La diferencia está en la manera en cómo eliminan al insecto. Los insectocutores tienen una parrilla eléctrica que electrocuta a la mosca al pasar entre esta. Los insectocaptores tienen una lámina adhesiva sobre la que se posa la mosca y queda prendida. Es por esto que los insectocaptores son ideales para colocar en áreas de elaboración de comida, ya que el insecto queda adherido sin posibilidad de escape. Mientras que los insectocutores se reservan para colocar en puertas de entrada y otras zonas donde no hay peligro de que caigan sobre alimentos.
Otra ventaja de los aparatos insectocaptores es que permiten el estudio y cuantificación de insectos voladores en un local. En las imágenes, se puede ver cómo un técnico cambia una lámina llena de insectos. Las láminas suelen tener una cudrícula dibujada para poder hacer un conteo. Luego, en la oficina, se supervisa esta para ver qué tipos de insectos se encuentran y si estos tienen incidencia sanitaria en las instalaciones.
En SIGEAM S.L. disponemos de una variada gama de aparatos de luz ultravioleta para cada situación.