La madera es uno de los mejores materiales constructivos que la naturaleza nos ha proporcionado. Tiene una gran variedad de usos, tanto a nivel estructural (vigas y paredes) como a nivel auxiliar (marcos y tarimas). Además es un elemento fundamental en el mobiliario. No solo nos proporciona calidez, sino que nos conecta con la naturaleza. Ahora bien, se trata de un material de origen natural y requiere un cuidado para que se conserve largo tiempo.
Entre los principales enemigos de la madera están los insectos. En concreto las termitas (Isópteros) y los escarabajos (Coleópteros). Entre los últimos existe una gran variedad de especies a las que llamamos carcomas de la madera. En las imágenes se pueden ver las diferentes fases de un tratamiento curativo contra carcomas que estaban atacando las vigas de una vivienda. Se trata de un tratamiento complejo y que requiere de un estudio antes de su ejecución.
Lo primero de todo hay que preparar la madera eliminando las partes degradadas. En segundo lugar, hay que perforar la madera para crear cámaras donde se inyectará el insecticida. Luego se ponen unas válvulas para que el químico penetre, pero no salga y se quede en el interior difundiéndose por la madera. En último lugar, se realiza una pulverización sobre la superficie de las vigas para crear una capa protectora. Todo este proceso requiere el máximo cuidado y atención.